En lucha constante por la regulación del cannabis, principalmente en el ámbito medicinal.
18-06-2015 07:00:12 - Actualizado: 18 June, 2015
La carencia o el exceso de Magnesio en la planta de marihuana marcará su desarrollo, siendo esencial para la misma. Debe estar presente en todas sus fases de vida y de forma abundante. Tiene incidencia directa en la absorción de la luz solar por parte de la planta, tan importante para su desarrollo.
Al igual que sucede con los humanos y con las plantas, en definitiva, con todos los seres vivos, la planta de marihuana necesita de ciertos elementos, vitaminas y minerales para su correcto desarrollo. De lo contrario, la misma puede, no sólo enfermar, sino incluso morir.
Por supuesto, algunos tienen más importancia que otros y predominan más o menos en función de la etapa de desarrollo o crecimiento de la planta. Sin embargo, también existen elementos que deben estar presentes a lo largo de toda la vida de la planta: este es el caso del magnesio.
¿Qué es el magnesio?
Se trata de un elemento químico que, en el caso de la planta de 
marihuana, actúa como un nutriente secundario que tiene que estar, como decíamos, presente en todas las fases de la vida de nuestra planta y de manera abundante, pero, por supuesto, con un control del mismo.
El magnesio es el átomo central de la clorofila y es esencial para que nuestra planta pueda absorber la luz solar de forma adecuada. Además, también tiene la función de neutralizar los compuestos químicos que la planta produce y actúa como activador hormonal.
La planta de marihuana absorberá mejor o peor el magnesio, en función del sustrato que encuentre en la tierra, por eso es muy importante un equilibrio perfecto entre el magnesio que la planta absorberá del suelo o de la tierra que encuentre en la maceta y el que falte; éste será el que nosotros tengamos que añadir de forma manual, con diferentes técnicas.
En este sentido y de no controlar los niveles de magnesio, los problemas más habituales que puede sufrir una planta de marihuana es el de la carencia y, en menor medida, el del exceso.
A continuación explicaremos cómo saber que esto le está ocurriendo a nuestra planta, qué consecuencias tiene y cómo solucionarlo.
Carencia de magnesio
¿Cómo sabemos si nuestra planta sufre carencia de magnesio? Visualmente es bastante sencillo: las hojas más viejas tienen una especie de puntos amarillos entre los nervios y las puntas. Un fenómeno 
llamado clorosis. A medida que esto vaya avanzando, contagiará a las hojas más jóvenes y lo notaremos por la aparición de manchas de color marrón en los nervios, puntas y márgenes de las hojas de nuestra planta. Las puntas que sufren este fenómeno se rizan hacia arriba y, finalmente, mueren. Esto debilita a la planta y, como consecuencia, la absorción de nutrientes y de magnesio, en concreto, se vuelve mucho más complicada y, de no intervenir a tiempo, toda la planta se vuelve marrón y muere.
Este fenómeno sucede de forma habitual cuando el ph de los suelos es inferior a 7.0, especialmente si estamos hablando de cultivos de interior, en maceta. Esto hace que haya una alta concentración de calcio y que, por tanto, se produzca la mencionada carencia de magnesio. Otro de los desencadenantes de esta carencia se produce cuando abonamos de forma excesiva con potasio, ya que la deficiencia de magnesio puede ser aún mayor. El exceso de humedad también deriva en el mismo fenómeno, ya que la planta no es capaz de absorber el magnesio que le damos. Lo mismo sucede con las bajas temperaturas.
En el primer caso, lo que deberemos hacer será aumentar el nivel de ph, especialmente si se encuentra por debajo de 5.0 mediante caliza dolomita. Esto deberemos llevarlo a cabo antes de cultivar y que lo mezclaremos con la cantidad de sustrato correspondiente, ya que como hemos mencionado anteriormente, para que no haya ni carencia ni exceso, es necesario un buen equilibrio entre magnesio y sulfato. Si no tuvieras caliza dolomita, se pueden incluir en el riego otros productos que la contengan y, con ello, dosificar mejor las cantidades.
En Piensa en Verde contamos con Dolomita de excelente calidad (pertenece a la casa de fertilizantes THC) y es de tipo ecológico, que sirve para corregir los niveles de calcio y magnesio en la tierra en la que tenemos nuestras planta de marihuana, además de regular los niveles de ph en suelos pobres. Por tanto, realiza dos funciones en una y todo ello, sin olvidar que favorece la actividad de bacterias y otros microorganismos beneficiosos para la planta de marihuana.
El momento en el que la Dolomita funciona de forma más eficaz es cuando lo añadimos al sustrato, en la tierra, antes de plantar las semillas, tal y como recomendábamos al comienzo de este apartado. En este caso, se debe añadir un gramo de dolomita, por cada litro de tierra.
Volviendo a los casos antes mencionados, si nuestra planta carece de calcio debido a la excesiva humedad en el sustrato de la planta. En este caso, se recomienda introducir en el cultivo, un ventilador que apunte directamente a la maceta, facilitando el secado del sustrato y, como consecuencia, una mejor absorción del magnesio por parte de la planta.
En el caso de que nos encontremos ante un problema relacionado con las bajas temperaturas, la solución también es sencilla: bastará con colocar una fuente de calor, hasta conseguir que nuestra zona de cultivo tenga una temperatura media de 18 grados (nunca inferior) por la noche y de unos 24, durante el día.
Si la carencia de magnesio es importante y a modo de intervención de “urgencia” o “choque”, se recomienda adecuar el PH del sustrato de la tierra a 6.5 puntos y, en caso de tener un cultivo interior de hidroponía, a 5.5., alrededor de cinco días.
Y, ¿qué sucede si nuestra planta se encuentra en pleno proceso de floración y carece de magnesio? Que esto suceda en esta fase es realmente peligroso porque estamos a punto de conseguir el resultado que buscamos y si no controlamos el nivel de magnesio en planta, esta puede morir, después de todo lo que nos ha costado que alcanzara esta fase.
Algo que se produce, normalmente, por el exceso de nutrientes tales como el potasio o el calcio. Y es que en esta etapa de la vida de una planta de marihuana, la misma necesita de una abundante cantidad de nutrientes para otorgarle los olores y propiedades que se esperan de toda planta de calidad. Sin embargo, en exceso, pueden detener la absorción del magnesio y afectar a nuestra planta. Si esto sucede, lo más recomendable es realizar un lavado de raíz.
Otra de las explicaciones a que nuestra planta carezca de magnesio en esta fase de su desarrollo puede estar en la falta de magnesio en el sustrato del que se alimente la misma. En este caso, se permite añadir magnesio, ya sea directamente en la tierra, cuando incluyamos la Dolomita antes mencionada, o mediante el riego, en el que deberemos incluirlo. Puedes encontrarlo en Pev Grow.
En estos casos, también te recomendamos utilizar Sales de Epson y que en Piensa en Verde podrás encontrar bajo el nombre de Epsonita que, al igual que la Dolomita, también elabora la prestigiosa casa de fertilizantes, THC. Este abono para plantas de marihuana, contiene magnesio y azufre, que ayudan a fortalecer y nutrir eficazmente, ya que se disuelve rápidamente en agua y no deja residuos. Actúan como un agente de acción rápida para la aplicación foliar de magnesio y azufre y solventar, así, eficazmente, situaciones de carencias de estos elementos.
Exceso de magnesio
Hemos dejado este fenómeno para el final, porque es realmente muy extraño que suceda y en caso de hacerlo, lo que hace es que la planta no pueda absorber nitrógeno y, por tanto, de no actuar rápido, podría morir, como sucede con el caso de la carencia de este tipo de elemento químico.
A diferencia del caso anterior, cuando hay exceso de magnesio es más difícil verlo durante los primeros días que esto sucede. Pero lo cierto es que el síntoma visual más claro es el de la pérdida de color habitual, tornando a marrón-negro.
Si te encuentras ante este caso, se recomienda una limpieza de raíz, empleando el triple de agua de capacidad que soporte la maceta, de manera que no pueda absorber más magnesio y, por tanto, se vayan regulando los niveles y, posteriormente, regar con un abono equilibrado.
Por Noelia Jiménez, Equipo de Piensa En Verde
