Charas: un delicatessen psicoactivo

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Originario del Himalaya, el charas
Originario del Himalaya, el charas
Alan Martínez Benito
CEO de Pev Grow, experto cultivador con más de 20 años de experiencia.
En lucha constante por la regulación del cannabis, principalmente en el ámbito medicinal.
13-01-2016 07:00:18 - Actualizado: 13 January, 2016

Originario del Himalaya, el charas, resina pura, se elabora a base de las enormes sátivas que crecen en esta zona del mundo y de un modo muy diferente al del costo, por ejemplo, que se trae desde Marruecos.

Dentro del mundo de la marihuana y como no podía ser de otra manera, hay productos que son de mayor o menor grado de calidad, siempre y cuando sean naturales, como es el caso de los productos que encontrarás en PEV Grow.

Además de los diferentes gustos y semillas de marihuana buenas, también existen productos específicos que se hacen con ellas y que forman parte de los conocidos como “delicatesen” de la marihuana. Y hoy queremos hablar de uno de ellos: el charas.

Procedencia y características

 

Hachís extraído a mano” esa es la traducción de Charas y que se elabora en el Himalaya, concretamente en los montes y

hachis-charas
hachis-charas

cordilleras de esta parte del mundo, a su paso por la Península de Indostan. Es precisamente en esta parte del planeta donde crece un tipo de sátiva de grandes dimensiones y de la cual se extrae la resina con la que, después, se elaborará el charas, pero de una forma muy particular y diferente a la más conocida, que es la que se elabora, por ejemplo, en Marruecos: percutiendo la marihuana contra un tamiz, mientras esta aún sigue viva y en pie.

Su elaboración no resulta nada sencilla y sólo las manos más experimentadas son capaces de hacer un charas de gran calidad y darle esa forma compacta y moldeada, de color ámbar y pardo.

Para poder extraer la mencionada esencia, y tal y como relatan en Cannabis Magazine, los recolectores “se enfundan en  trajes de cuero y se adentran en las extensas plantaciones regadas por los ríos que bajan de los glaciares, mientras se frotan incansablemente contra las plantas y presionan los cogollos con maña milenaria para extraer su esencia”.

De esta manera lo que consiguen es que el producto sea realmente puro, siendo el lema de su trabajo “que el chara no se mezcle con nada”. Es por este motivo por el que no utilizan nada de materia vegetal.

Su trabajo no termina hasta que cae el sol. Es en ese momento cuando extraen toda la resina de sus cueros y trajes y la convierten en las conocidas como “tolas” que son en forma de barrita o de bola, no superior a 10 gramos.

Así es como se consigue uno de los mejores hachises del mundo o como se diría en el lenguaje popular, “de chocolate” y que también es conocido como el “oro negro del Himalaya” por el color del charas, pero también por ser un producto delicatessen dentro del extenso mundo de la marihuana.

el “oro negro del Himalaya” por el color del charas
el “oro negro del Himalaya” por el color del charas

Efectos del charas

Y si el charas es conocido por ser uno de los mejores del mundo, si no es el mejor, también se habla mucho sobre sus auténticos efectos psicoactivos que consiguen euforizar a la persona que lo toma, además de producir en él efectos trascendentales que pueden llegar a tener, incluso, un efecto de amplificación de los sentidos y mezcolanza con el entorno.

Es precisamente este último efecto (el producto tiene que ser de la mejor calidad para ello), el que hace que forme parte del “equipaje de viaje” de los yoguis (varones que se dedican a la práctica del yoga de forma exclusiva, aunque, en la actualidad, también algunas mujeres lo practican bajo otro nombre) o ascetas hindúes (personas que practican  la doctrina filosófica y religiosa que busca purificar el espíritu por medio de la negación de los placeres materiales o abstinencia), ya que les permiten viajar a otros mundos. También es uno de los mejores productos para realizar su meditación diaria.

ascetas hindúes
ascetas hindúes
Shiva
Shiva

Curiosidades sobre el charas

No es nada fácil encontrarlo si viajas al Himalaya, a pesar de la fama que tiene.

Sin embargo, hay personas que se aventuran a intentar cultivarlo en casa, pero, para ello, no sólo hay que tener un ejemplar del tipo de sátiva que crece en el Himalaya, sino también las condiciones climáticas que se dan en este lugar.

Si puedes hacerlo, conseguirás un hachís de grandísima calidad.

Una de las curiosidades de este tipo de producto es que va ligado a una leyenda: el mismísimo dios Shiva lo fumaba cuando se retiraba a meditar a las montañas.

Por Noelia Jiménez, Equipo de Piensa En Verde

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