Hay muchos países donde está penalizado el consumo de cannabis. Si eres fumador habitual de marihuana tendrás que tener muy en cuenta tus destinos vacacionales. Aunque, eso sí, hay penas muy diferentes dependiendo del país que visites. Toma nota.
En muchos países no se distingue entre el consumo y el tráfico de drogas. Asimismo, las leyes antidrogas se aplican en el territorio donde se ha producido el delito y son de obligado cumplimiento para todas las personas que se encuentren en un determinado territorio. Por lo tanto, si se detiene a una persona en otro país que no es el suyo y hay una ley muy estricta respecto a la tenencia y consumo de cannabis, ni la Embajada ni el Consulado del país de procedencia del detenido podrán hacer nada para impedir la aplicación de la ley. Así que ten mucho cuidado a la hora de elegir el país que vas a visitar. Si no, ya sabes, ante cualquier duda, ni lleves encima ni consumas cannabis.
Arabia Saudí
En este país, el tráfico de grandes cantidades de droga está penalizado con la pena de muerte por decapitación. El consumo de cannabis lo castigan con penas de cárcel, deportación o flagelación pública.
En lucha constante por la regulación del cannabis, principalmente en el ámbito medicinal.
01-02-2016 07:00:11 - Actualizado: 1 February, 2016
Argentina
Está prohibido fumar e incluso hablar del cannabis. El consumo y la posesión de marihuana conllevan a penas de arresto.
Australia
En las antípodas, también está prohibido el consumo de marihuana. En este país hay penas muy altas de cárcel si te pillan con semillas de cannabis, aunque parece que la ley es más blanda con el consumo de pequeñas cantidades. Es decir, que es mejor que te vean fumando que no con el cannabis en el bolsillo. De todas maneras, para mayor seguridad, ten en cuenta que si vas a visitar Australia, mejor ni lleves ni consumas marihuana.
Cuba
En esta isla caribeña, si te pillan en posesión de cannabis te pueden caer de seis meses a dos años de prisión.
China
La posesión de drogas en este país asiático (y la marihuana está considerada como tal) puede llevar a penas de cárcel e incluso a la pena capital. Si llevas encima más de 50 gramos te pueden condenar a muerte. Según un informe de Amnistía Internacional, en el año 2011, se llevaron a cabo millares de ejecuciones por posesión y tráfico de drogas.
EEUU (excepto Denver y Washington)
Es el país con mayor número de consumidores y el primer productor mundial de marihuana, pero, paradójicamente, se penaliza su consumo. Las penas por tenencia o consumo de esta sustancia varían entre unos días y unos años de cárcel. En Denver y en Washington el consumo con fines recreativos es legal.
Emiratos Árabes
La pena mínima si te pillan con cualquier tipo de droga es de cuatro años de cárcel. Incluso hay penas de muerte por decapitación por tenencia y consumo de sustancias prohibidas (la marihuana es una de ellas). Además, en estos países no sólo se penaliza el consumo y la posesión sino también pueden acusarte de complicidad, encubrimiento o inducción al delito.
Filipinas
Es uno de los países con la legislación más dura en lo que a cannabis se refiere. Por vender un gramo y medio de marihuana puedes pasar el resto de tu vida en la cárcel. Y no sólo eso, sino que ciertas penas por tráfico de drogas pueden llevarte a la pena capital.
Francia
En el país abanderado de la libertad, el consumo y la posesión de “maria” está penalizado. Incluso si llevas de manera visible una camiseta o una pegatina con la imagen de una hoja de marihuana, pueden llegar a multarte. Eso sí, si demuestras que no lo has hecho con intención de “apología del consumo”, quizás sólo obtengas una amonestación por parte de la autoridad competente.
Irán
En este país las condenas pueden ir desde las sanciones económicas hasta la cárcel pasando por la flagelación e incluso, atención, la pena de muerte. Así que, mejor abstenerse de llevar o fumar cannabis si hemos elegido visitar este país.
Singapur
En este país no se andan con medias tintas. La tenencia y el consumo de marihuana se castigan con la pena de muerte por ahorcamiento.
Por Noelia Jiménez, Equipo de Piensa En Verde