Es una de las invasiones más dañinas, pero también una de las más fáciles de detectar porque el tamaño de la oruga es mucho mayor que el de otras plagas como la mosca blanca o las cochinillas, también muy habituales. Aparecen, generalmente, en los meses más cálidos o cuando la cosecha está ya muy avanzado y las orugas quieren alimentarse de la savia de nuestras plantas de marihuana.
Pertenecientes a la familia de los lepidópteros y conocidas tras su metamorfosis con el nombre de mariposas, las orugas, que existen de muchas especies y colores, son una de las invasiones más perjudiciales para la planta de marihuana, pero también es cierto que son más fáciles de detectar y, por tanto, también resulta más sencillo combatir su posible expansión, a tiempo.
De cuerpo largo y divididos en segmentos de colores, se caracterizan por poder camuflarse fácilmente entre las plantas, lo que le permite sobrevivir al ataque de pájaros que las toman como auténticos manjares y todas, independientemente de la familia a la que pertenezcan, tienen seis patas “reales” y 10 “falsas”, cuya posición variará de lugar según la especie ante la que nos encontremos. Esto les permite desplazarse con relativa facilidad, si bien no se puede decir que sean rápidas, pero sí que tienen soltura para desplazarse y agarrarse a la planta.
Antes de que nazca la propia oruga, lo que veremos claramente será cómo se depositan en nuestra planta una preciosas mariposas. ¡Ojo! Porque ellas que nos parecen tan amables, son las encargadas de depositar los huevos de larvas, que luego se convertirán en oruga y dañarán nuestra planta si no hacemos nada al respecto.
Esas mariposas suelen poner los huevos, por lo general, antes de que llegue el crudo invierno y las orugas nacerán con la llegada del calor.
Detectar y prevenir la invasión de orugas
Como ya hemos mencionado arriba, detectar orugas es más sencillo que detectar insectos minúsculos, sin embargo, es cierto que saben camuflarse muy bien entre las plantas y puede que, de lejos, no las veas a la primera. Sin embargo, la planta sí que manifestará un aspecto inusual que es el que te dará la voz de alarma y ante el que deberás de actuar antes de que sea demasiado tarde.
Lo primero que tenemos que hacer es observar con detenimiento las hojas más altas de nuestra planta o los cogollos más altos, porque es ahí donde las mariposas depositan sus huevos. Si todavía no han eclosionado los huevos, lo normal es que encontremos unos pequeños puntos blancos o amarillentos que pueden ser redondos o alargados, dependiendo el tipo de mariposa que haya depositado sus huevos en la planta.
Si estamos en época de floración, entonces nos tendremos que ocupar de los cogollos y comenzar por la parte más alta, para ir bajando poco a poco hasta el tronco. Si observamos que hay alguna zona más oscura o podrida por la invasión de huevos o el paso de las orugas que ya han nacido, deberemos cortarla y aplicar un producto que repela o mate a los huevos de oruga. Es importante eliminar la parte dañada de la planta, si no queremos que esa enfermedad se extienda por toda la planta y, entonces sí, no tenemos nada que hacer.
Si las orugas ya han nacido, hay que mirar la planta diariamente. Se recomienda hacerlo por la noche, que es cuando mayor grado de concentración de humedad se da y cuando menos comen estos animales, aunque durante el día es cuando será más fácil que las veamos, porque estarán comiendo de forma insaciable, ya que tienen un hambre voraz.
Ante la aparición de orugas, te recomendamos emplear feromonas o insecticidas. Con las feromonas, lo que se consigue es atraer a las orugas macho mediante un olor determinado, hasta la planta que suele traer el kit de feromonas. De esta forma, no sólo quedarán atrapadas, sino que además no podrán reproducirse. En lo que a los insecticidas se refiere, conseguirás eliminar las orugas de la planta, así como las larvas y el efecto, además, suele ser duradero. Emplea insecticidas que no atenten contra la salud humana, animal y, por supuesto, de la planta.
Un último consejo: si has tenido una plaga de orugas, cuando la cosecha de la planta de marihuana, te recomendamos que cuelgues la planta boca abajo, de manera que pierda su grado de humedad, la oruga salga y se convierta, fuera de la planta, en mariposa y así no vuelva a depositar huevos en la misma.
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Por Noelia Jiménez, Equipo de Piensa En Verde