Curar la podredumbre radicular en la planta de marihuana

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Hay que evitar que la planta de marihuana se pudra. La planta se está pudriendo cuando las hojas comienzan a ponerse amarillas y dejan de crecer. Curar la podredumbre es muy complicado, por eso,hay que prevenir a toda costa que la planta enferme y esto se puede realizar con unos sencillos cuidados.

La podredumbre radicular, conocida científicamente como Phytophthora, se manifiesta cuando las hojas de la planta, así como los tallos e incluso también los cogollos, se ponen primero amarillas, luego marrones y, finalmente, se acaban cayendo. Las hojas van desapareciendo y la planta muere.

La podredumbre radicular surge, sobre todo, en primavera u otoño y cuando la temperatura está entre 15 y 24 grados centígrados. Se puede producir cuando se dan las siguientes circunstancias: el suelo de la planta está demasiado húmedo, o la planta está en un suelo demasiado caliente, o se ha utilizado en exceso fertilizante para cannabis con alto contenido en nitrógeno.

Por lo que se refiere al interior de la planta, a las raíces, también se van volviendo de color marrón (una raíz sana es de color blanco) porque dejan de absorber alimento; e incluso el tallo también se puede volver de color marronáceo.

Cuando la planta está enferma, poco se puede hacer. Hay personas que, al ver que las hojas van cambiando de color, intentan regar más la planta creyendo que se debe a la falta de agua y, precisamente, sucede el efecto contrario: que el problema se agrava más aún.

Una vez que se comienzan a poner amarillas las hojas, la planta de cannabis puede morir en tan sólo siete días.

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Prevención

Como se ha mencionado con anterioridad, una vez que la planta tiene la enfermedad de la podredumbre radicular es imposible su curación. Pero lo que sí se puede hacer es orientar el cuidado de la planta de marihuana hacia la prevención y evitar, en la medida de lo posible, que la planta llegue a enfermar.

*Funki Fungi B.A.C / Estimulador de sustrato a base de Mycorrizas*

Se puede comenzar eligiendo un sustrato adecuado para la planta de la marihuana, un sustrato que no retenga mucha humedad. Puede elegirse, por ejemplo, el Funki Fungi B.A.C / Estimulador de sustrato a base de Mycorrizas, un producto que abastece a las raíces de los alimentos, agua y nutrientes necesarios para que la planta crezca con rapidez y vigor. No hay que obsesionarse con el riego de la planta y hay que mantener la tierra con un buen drenaje para que no se acumule la humedad. En cuanto al riego, no hay que echar a la planta agua caliente ni regarla en las horas centrales del día, mejor a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Si se riega la planta manualmente, debe hacerse poco a poco para evitar que un chorro de agua haga agujeros en la tierra y para evitar también que no se dañen las raíces. Hay que añadir también que el cannabis es una planta que se acostumbra al riego que se le proporcione, es decir, si una planta está acostumbrada a una determinada cantidad de agua, habrá que mantener esa misma cantidad de agua durante todo el periodo de cultivo.

Además, hay que cambiar el agua del cultivo cada 15 días. Asimismo, la temperatura de la tierra no tiene que ser demasiado elevada. También hay que mantener todo el entorno de nuestro cultivo limpio: utensilios, tierra, e incluso nuestras manos (es importante que antes de manipular la planta nos hayamos lavado las manos con agua y jabón). Incluso el aire tiene que estar limpio, y eso se consigue aireando la zona de cultivo al menos una vez al día durante unos cuantos minutos.

Si, por desgracia, ya es demasiado tarde y la planta ha enfermado habrá que deshacerse de la tierra donde ha estado porque estará contaminada y todo lo que se plante allí correrá el riesgo de enfermar.

También se puede prevenir la podredumbre radicular utilizando una piedra de burbujas como las que tienen los acuarios y así se podrá asegurar que el agua utilizada tiene suficiente oxígeno.

La podredumbre radicular afecta menos a los cultivos que se realizan en secano ya que reciben poca agua (aunque el consumo de nutrientes también es más bajo y la cosecha, por lo tanto, no será tan abundante). A este tipo de cultivos de secano las plagas no les afectan tanto porque no están sometidos a una humedad excesiva, así que es un tipo de cultivo ideal. Pero claro, si el dueño del cultivo vive en un lugar húmedo, no hay más remedio que cultivar allí.

Cuidar bien las raíces

Para el que cultiva marihuana, seguramente, uno de los aspectos más importantes es el número y la calidad de cogollos que pueda conseguir. Pero no hay que olvidar que, la parte más importante de una planta son sus raíces. Éstas, suministran el agua, los minerales y los nutrientes que toda planta necesita. Si la raíz de la marihuana está sana, toda la planta, cogollos incluidos, crecerá sana. Así que ya lo sabes: cuida también lo que no se ve.

En Piensa en Verde queremos ayudarte a evitar a toda costa la podredumbre radicular y para ello podrás encontrar en nuestra página el Trichoderma Harzianum: proteger las plantas y las raíces, se trata de un hongo beneficioso que protege las raíces de la planta de cannabis. Este hongo coloniza las raices de la planta aumentando la captación de nutrientes y agua y protegiendolas de enfermedades. El hongo forma un escudo alrededor de las raíces que hace a la planta más fuerte y la protege contra muchas enfermedades.

*Trichoderma Harzianum: proteger las plantas y las raices*

En Piensa en Verde tenemos también uno de los mejores bioestimuladores de raíces que existen actualmente, se trata del RootMax Bioestimulador de Raices Green Hope, un producto con el que se activan los procesos biológicos para la vida bacteriana del sustrato, aumentando notablemente el sistema radicular. Y no sólo esto, sino que el sabor y la producción de la cosecha aumentan considerablemente. Además previene problemas de hongos y fortalece las raíces de una manera notable.