
Purificadores De Agua
En esta página verás cómo elegir entre ósmosis inversa, filtros de sedimentos, carbón activo y descalcificación, además de su integración con riego por goteo. Incluimos una guía de dimensionamiento, mantenimiento preventivo, FAQ y enlaces a categorías principales de Pevgrow para completar tu instalación.
Purificadores de agua de alto rendimiento son el corazón del tratamiento del agua de riego moderno: estabilizan pH y EC, reducen TDS y previenen obstrucciones. Con ellos consigues recetas de abonado repetibles y plantas más uniformes, tanto en tierra como en coco o hidroponía.
¿Por qué los purificadores de agua son decisivos en el tratamiento del agua de riego?
El agua es el vehículo de los nutrientes. Si la alimentas con un purificador de agua adecuado, reduces los TDS, estabilizas el pH y partes de una EC base predecible, lo que se traduce en menos bloqueos en la rizosfera y mayor eficiencia de asimilación. Además, el agua limpia minimiza precipitados, biofilm y cal en goteros, bombas y válvulas, evitando pérdidas de caudal que arruinan la uniformidad del cultivo.
Tanto si riegas a mano como si utilizas riego por goteo o circuitos recirculantes, un buen tratamiento del agua de riego convierte cada tarea en un proceso medible y repetible. Esto es vital cuando trabajas con fertilizantes concentrados, micorrizas o biología beneficiosa que exige reducir cloro y contaminantes.
Beneficios clave de usar purificadores de agua en cultivo
- Nutrición precisa: con EC base conocida ajustas la receta sin inercias ocultas.
- Estabilidad de pH: menos oscilaciones = menos bloqueos y carencias aparentes.
- Uniformidad de riego: caudales constantes y drenes comparables entre plantas.
- Menos mantenimiento: previene incrustaciones y alarga la vida de goteros y bombas.
- Calidad organoléptica: eliminar cloro/olor mejora sabor y salud del sistema radicular.
Tipos de purificadores de agua y cuándo elegir cada uno
- Filtro de sedimentos (5–20 μm): primera barrera contra arena, óxido y partículas. Imprescindible antes de bombas y goteros.
- Filtro de carbón activo: reduce cloro, olores y compuestos orgánicos; clave si trabajas con Trichoderma y micorrizas.
- Ósmosis inversa (RO): baja drásticamente los TDS para “partir de cero”. Ideal para preparar soluciones exactas con Cal-Mag y fertilizantes.
- Descalcificación/antical: útil en aguas duras cuando no se instala RO; reduce precipitaciones de carbonatos.
- UV/esterilización (opcional): ayuda a controlar carga microbiana en depósitos y circuitos cerrados.
La combinación más habitual es sedimentos + carbón como pretratamiento y ósmosis inversa cuando la dureza o el TDS de red son altos o buscas máxima reproducibilidad en el tratamiento del agua de riego.
Cómo dimensionar tu sistema: caudal, rechazo y presión
Calcula la demanda diaria: número de plantas × litros por riego × riegos/día. Con ese dato, elige un purificador de agua (o conjunto) que produzca el volumen necesario sin cuellos de botella. En RO revisa producción (L/día), ratio de rechazo y presión mínima; los equipos con bomba booster rinden mejor en viviendas con baja presión.
Si trabajas con depósito, instala prefiltro de sedimentos antes de la bomba y un filtro fino a la salida hacia el colector de goteros. Mantén el tanque tapado, usa mangueras opacas y mide con regularidad EC/TDS para saber cuándo cambiar consumibles.
Integración con riego por goteo, coco e hidroponía
Flujo recomendado: red → sedimentos → carbón activo → ósmosis inversa (si aplica) → depósito → bomba → filtro fino → colector → goteros. Con RO, fija una EC base (p. ej., 0,2–0,4 mS/cm con Cal-Mag) y desde ahí añade tu programa de crecimiento o floración. En sustrato de coco y fertirrigación frecuente, el agua purificada evita precipitados y mantiene los drenes estables.
¿Cultivo orgánico? Filtra igualmente. Reducir cloro y partículas mejora la vida del suelo y reduce obstrucciones en líneas, sin comprometer la actividad biológica del sustrato.
Mantenimiento preventivo y errores comunes
Cambia sedimentos cada 3–6 meses (según turbidez), carbón cada 6–12 meses y revisa la membrana de ósmosis inversa cuando suba el TDS de salida. Evita dejar el depósito descubierto, purga líneas periódicamente y no mezcles fertilizantes concentrados sin agitar/oxigenar el tanque. Si notas caída de caudal o drenes anómalos, verifica primero filtros y pH/EC.
FAQ sobre purificadores de agua en el tratamiento del agua de riego
¿Necesito ósmosis inversa o basta con filtros de sedimentos y carbón?
Depende de tu agua de red. Si el TDS/dureza es alto o buscas máxima reproducibilidad, instala RO; con TDS moderado, muchas veces sedimentos + carbón basta.
¿Cada cuánto debo cambiar los consumibles?
Como guía: sedimentos 3–6 meses, carbón 6–12 meses, membrana de RO según subida de TDS de salida. Confirma con medidor de EC/TDS.
¿La RO elimina cloro y cloraminas?
La membrana ayuda, pero el que realmente trabaja contra cloro/cloraminas es el carbón activo. Úsalo como pretratamiento sí o sí.
¿Cómo evito que se tapen los goteros?
Filtra a la entrada y salida del depósito, tapa el tanque, utiliza mangueras opacas y realiza purgas periódicas. Evita residuos y algas en líneas.
¿Puedo regar con agua RO “pura” sin remineralizar?
No es recomendable. Parte de una EC base baja (añadiendo Cal-Mag si procede) y luego incorpora tus fertilizantes hasta la receta objetivo.
Conclusión: agua limpia, riego estable y cosechas previsibles
Integrar purificadores de agua en tu tratamiento del agua de riego es pasar de la intuición al dato. Con el tándem sedimentos + carbón y, cuando lo exija el análisis, ósmosis inversa, tu instalación gana uniformidad, tus plantas expresan todo su potencial y tú gestionas con precisión profesional.
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