La Lavanda (Lavandula Angustifolia) contiene varios terpenos y terpenoides muy interesantes en sus aceites esenciales (como el cineol o el borneol) y terpenoides como el alcanfor.
Estos terpenos y terpenoides presentes en sus aceites esenciales son muy relajantes y tienen un agradable olor. Esta planta es ampliamente utilizada en aromaterapia y otras terapias naturales.
Usos
Por vía oral es un sedante suave, ayudando con los problemas de sueño, estrés, ansiedad y depresión.
La aplicación tópica de su aceite esta indicada para tratar dolores de cabeza, para ayudar a dormir e incluso para ahuyentar a los mosquitos.
Recientes estudios señalan que el cineol, el borneol y el alcanfor son activadores de los receptores TRPM8 de la piel.
Su uso en compresas y baños mejora la circulación.
Las flores secas también son utilizadas en armarios y cajones para mantener lejos a las polillas.
Preparaciones
Té de Lavanda
Su preparación es muy sencilla, tienes que sumergir un puñado pequeño de flores en agua hirviendo y dejarlo reposar durante 10 minutos. Después hay que colarlo y ya estará listo para tomar.
Tintura de Lavanda
Necesitarás un frasco con tapa de unos 350 ml , llénalo con las flores de lavanda dejando un poco menos de la mitad libre, a continuación vierte un par de dedos de agua destilada y agita para hidratar la mezcla.
Déjalo reposar unas horas y rellena el resto del frasco con algún licor de alta graduación, como el vodka, tápalo y agítalo. Deberás guardar la mezcla en un sitio fresco y oscuro. Dentro de lo posible hay que agitar el frasco todos los días.
Este preparado estará listo después de 30 días de maceración.
Advertencia
La lavanda está totalmente contraindicada para personas que sufren gastritis, colitis o síndrome de intestino irritable. En especial se desaconseja su consumo por vía oral a enfermos de epilepsia, embarazadas y mujeres en periodo de lactancia, pues algunos componentes de la lavanda pueden ser tóxicos para los bebés.